jueves, 20 de abril de 2017

Mas porno; hermosa juventud estancada


El porno mueve más dinero que Hollywood.
Mueve más dinero que la industria farmacéutica o que el alcohol.
 

La pornografía es una de las industrias que más ha crecido en los últimos años y su mercado más grande son los jóvenes, pues buscan a través de esto, la experiencia que les falta, pero realmente los daños ocasionados por este habito hace que sean más sus daños que sus beneficios. Esto ocasiona que al realizar la experiencia sexual sea algo monótono y planeado, hace que se pierda la sensibilidad de conocer a la pareja, sus gustos, se tiende a ver a la pareja como poco atractiva y comienzan a ver más excitante masturbarse al ver pornografía que al estar con la pareja.

El joven de hoy en día no tiene ganas ni de buscar el control de la tele, como bien sabemos que la pornografía en conjunto con las redes sociales, hacen a la juventud más sedentaria, menos intuitiva y más depresiva, ya que esta última es la tercera causa de muerte en adolescentes de entre 15 y 19 años.

 




Daños ocasionados por ver pornografía

Investigadores del Centro de Psicología del Ciclo Vital de Berlín realizaron un estudio con 64 hombres que cubrieran todos los rangos del consumo semanal de pornografía, a los que les realizaron escáneres cerebrales para comprobar si realmente el hecho de ver películas XXX repercutía de alguna forma en sus cerebros. Tras los análisis los investigadores determinaron que:

·        El porno afectaba al volumen de materia gris en el cerebro, el tejido neuronal directamente relacionado con la inteligencia.

·        Además de los efectos en el núcleo caudado, se descubrió que el núcleo estriado; la principal vía de entrada de información hacia los ganglios basales también se había reducido en aquellos hombres que veían más horas de porno.

·        El porno reduce las zonas del cerebro relacionadas con el aprendizaje.

 

Otra investigación, realizada por la Universidad de Cambridge, concluyó que el cerebro de aquellas personas enganchadas al porno reacciona de la misma forma en la que lo hace el de las personas adictas a las drogas. Los resultados de la investigación también determinaron que:

·        Estos usuarios compulsivos de porno sentían ansia por ver los vídeos, pero su deseo sexual no aumentaba.

·        El exceso de porno causa otros problemas en la vida de estas personas: el 50% de los participantes del estudio con una media de 25 años presentaban problemas para tener erecciones con sus parejas, a pesar de poder tenerlas mientras veían pornografía.

 

 

Una investigación publicada por la revista Archives of General Psychiatry asegura que:

·        La diferencia con respecto a practicar sexo, es que el porno produce una especie de “inundación” de dopamina. La descarga excesiva de esta hormona puede producir desórdenes cardiovasculares, renales, estomacales o endocrinos, entre otros males.

·         Pero, además, al producirse esta descarga, el organismo necesita volver a producirlas nuevamente, por lo que promueven la repetición de esta conducta, lo que puede convertirse en un círculo vicioso que lleve al individuo a perder la capacidad de gobernar su propio cuerpo.

 


Los expertos ahora hablan de una nueva afección llamada Desorden de Déficit de Atención Sexual (Sexual Attention Deficit Disorder) al que relacionan directamente con el aumento de pornografía disponible. Se estima que el 30 por ciento del uso de internet proviene de sitios pornográficos.

 

Tendencias de moda: Homosexualismo y lesbianismo.


Otro habito que las industrias de pornografía están induciendo a la población es ha  prácticas antinaturales, como lo es propiciar el sadomasoquismo, también inducen a la persona a desear tener sexo desde tríos hasta orgias, a practicar el sexo anal que este último ha aumentado por órdenes del nuevo orden mundial que es homosexualizar a toda la población. Vanessa Belmond ex estrella porno declara la realidad de estas prácticas degeneradas cuando revela los horrores de la industria porno en una serie de televisión británica llamada "Date My Porn Star" que ahora forma parte de una organización que lucha contra la pornografía llamada "antipornography. org". Otra importante figura que ahora esta encontra de esta industria, es la actriz porno de la década de los 90 Shelley Lubben, conocida en los últimos años como la principal activista anti-porno de los Estados Unidos.

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